No supe que podía sentir temor de amar, hasta que sentí su mirada desafiante en mi mirada… sentí el temor de una pasión tan salvaje como tierna… de jugar con fuego… de salir lastimada y bendecida… de volver a amar con toda mi alma hasta el dolor más insondable y a la vez más indescriptible que cualquier otro sentir.
No supe que la vida me pondría a prueba con alguien totalmente ajeno a mi quimera; ni que tendría que vencer mis propias limitaciones para trascender… hasta que lo vi…
Yo lo esperaba, pero nunca hubiese imaginado que entraría tan vertiginosamente en mi vida para darme vuelta el corazón…nunca.
No supe todo lo que podía sentir hasta que me dejé llevar como una hoja al viento, liviana, sin dejar rastros, sin resistirme… yendo más allá de lo que creía…
Sabía que iba a ser diferente pero no sabía que iba a desbordarme el alma con tal intensidad.
Y ahora aquí, en la cima del cielo, estoy preparada para enfrentarme, para volver a desnudar mi corazón y dejarlo a merced de la vida, para volver a vivir._______________María Quaglia