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Todavía como si fuera ayer recuerdo todos y cada uno de los momentos vividos. Una parte de mi siempre está abatida…aún mis heridas cada tanto se abren y sangran.

Nunca sabrás lo profundo que llegaste a mi, porque tampoco entenderías esta tristeza tan intensa…

Dime amor, si no recuerdas el brillo de los colores con que se pintaba la vida cada vez que reíamos…dime si no sientes el aroma de la exaltación de aquellas mañanas compartidas, y si en cada suspiro de amor acaso no se ensamblaban junto a nuestros cuerpos, también nuestras almas como las piezas justas en el puzzle de la vida.

Ardo y me consumo en mi propio dolor, invisible para los demás…inexistente para el mundo; más indiscutiblemente notorio para mi alma. El ayer tiene forma, el futuro es impalpable…y el hoy es una paleta de grises y negro con algunas expresiones de color.

_______________________________María Quaglia