el azul del cielorraso
está cayéndose
un blanco inmaculado asoma
creando figuras inciertas
estrella -¿dónde estás?-
¿o acaso brillás
en la tiniebla de mi ser
y no te veo?
eran tres
la del medio
siempre titilaba más rápido
como una arritmia
provocada
por mi contemplación
ésa es la que busco
cada noche
entre
las ruinas de mi cielo
y
solo puedo ver que la pintura
está cayéndose
____María Quaglia____
y
un buen día
el mundo
se hizo visible
ante sus ojos
comprendió entonces
el tiempo perdido
y
la vio
pero ya
no podía besarla
ni hablarle
ya no podía ser oído
ni visto
que paradoja!
O quizás no
«lo esencial es invisible a los ojos»
dijo
el pequeño príncipe
de Antoine de Saint-Exupéry
y como loro
la frase brama en la consciencia
del hombre
creyendo que así se adueña
de una sabiduría ajena.
Atormentada
el alma que ve
que nadie ve
que ama sin ser oida
que vive
en la soledad del destierro
de un mundo de auras confusas
Mortificada
aquella que habita
en un cuerpo ilustrado
con miedos ególatras
y
argumentos mundanos
sin saber
que un día se descubrirá el velo
Abrumado
aquel espíritu
que deja pasar la magia
por no creer en ella
y
advertirla recién
cuando conoció
que habitó
en un
tiempo perdido.
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María Quaglia
yo soy yo
luz oscura en los umbrales
sombra divina en las esferas
perdida en el laberinto del fauno
yo soy ella
que comulga con el silencio
y se entrega a él
que recorre mundos paralelos
en los brazos de Morfeo
y observa la vida como
en un film antiguo
que camina en solitario
rodeada de seres imaginarios
que llora de pena y ríe de gloria
ella es yo
que me entrego y me evado
al mismo tiempo
que sueño dormida y duermo despierta
que me perdí hace tanto
y no logro encontrarme
no sé si estoy viva porque respiro
o si repiro solo porque sigo viva
no busques la tumba de ella
solo hallarás aire y tierra negra
busca la mía
la verás a la orilla de un mar
bajo la constelación
del cangrejo
___________________________
María Quaglia
ser grande
hasta el hartazgo
de ansiar la muerte -piensa uno-
porque
solo fuera del cuerpo
podrá hallar la paz
tan deseada
sin saber
que esa paz es mentirosa
que solo conduce al espejo de la eternidad
donde vemos lo que hicimos
y lo que no
donde
nos devuelve la memoria
de aquello
que nunca quisimos ver
y que negamos
para
vivir tranquilos
ser grande
para morir de viejo –piensa dos-
sin haber vivido
y creyendo que si
donde el cuerpo
grita de cansancio
pero
la mente se siente joven
“la edad es un estado de ánimo”
dice aquel
que no soporta la idea de la muerte
que ha negado su verdad
que intuye que se ha perdido esta vida
y teme por su ego
ser grande
es codearse con la nada –piensa tres-
la edad te acerca a la muerte
y
la pone frente a vos
caminamos hacia ella desde que nacemos
pero la sentimos cerca recién
cuando el cuerpo tiembla
y la piel se afina
ser grande –piensa cuatro-
es entender
que la felicidad no existe
que la vida es
una oportunidad
un regalo
una responsabilidad
un instante
ser grande
es cuando el deseo
da lugar al compañero
y cuando la pasión
se encuentra en soledad
y
en el momento
que concibamos esto
lograremos paradójicamente
ser feliz.
entonces
ya no nos preguntaremos por la muerte
no la pensaremos, no la desearemos
ni le temeremos
sabremos que en algún momento
vendrá
y, que cuando venga
iremos
ansiosos a su encuentro
por saber que al fin
podremos conocernos
desde
la totalidad.
____María Quaglia____
la razón está exhausta
mi alma ha tomado el mando
la máscara no soporta perder el poder
el mundo es un infierno sin su cetro
acaso
¿es distinto al de ayer
o sólo que ahora
es percibido sin la piel?
de pronto
soy invisible
a los ojos de dios
el mundo es oscuro
como la sangre sin oxigeno
siento su voz acompañada por la cítara
soy una de sus cuerdas
me estremezco entre sus dedos
quiero eternizarme en ese instante
imposible
la música no se detiene
la sangre no se derrama
Dios no se muere
____María Quaglia____
Oh…no
no tengo miedo
de la muerte
tampoco
de los fantasmas…
que podrían
hacer
¿reflejar mi vacío?
¿mostrarme el suyo?
el fuego
que consume
solo existe en esta vida
ellos habitan
la calle de la sombra
alumbran
la divinidad perdida
como faros en las noches sin luna
ellos son los guías
en cambio la vida
esa palabra…
la vida sí me da miedo
miedo a los vivos
y
a los dadivosos
ellos son
las fábulas ciegas
máscaras sedientas
avaras
que habitan el mundo
caminando velozmente
pasan
temerosas de la blancura
de los espíritus
van
espantadas
de su propia oscuridad
intentan escapar
de la muerte
y
no ven
que llevan consigo
el
rigor mortis
____María Quaglia____
eran dos
hicieron tres
un cuatro
nació
dos horas de amor
veintidós de desamor
contó cinco más uno
seis
aunque
uno
era vapor
siete y ocho
pasaron
en el medio
al nueve
se fue
al diez
se separó
primero
en dos
luego
en cuatro
y en cinco
también
de la infancia
perdida
surgió
una niña
en la adultez
ganada
creció
su niño
en
el infierno
aprendió
kintsugi
se llenó
de tanto oro
que todos
los demonios
se podían
reflejar
la miraban
se veían
y
creían verla
huían
de ellos
pero
ellos creían
que huían
de ella
parecía sola
porque
la gente
mira
la apariencia
pero ella
estaba
acompañada
por alas
y magnolias
que solo
uno
podía ver.
____María Quaglia____
vasija
de luz
sin aceite
entre
mis
manos
constelación
apagada
en
tu celda
estrellada
coro celestial
sordo
a sus oídos
rosa roja
cautivando
mi herida
original
sándalo quemado
viaje
sin final
ciervo perdido
entre
árboles sin copa
bosque
de bisontes
ardiendo
en el olvido
no
te mires
no es
tu culpa
no me mires
no es
la mia
es
el ánima
de Dios
copulando
en
la miseria
____María Quaglia____
quise
saber
de mi
pero
ahí
estabas
vos
sigiloso
con
la zarpa
lista
me oculté
tras
el valor
de
unas
lágrimas
rojas
y
seguí
invisible
y
sorda
hacia
la luz
pero
cuanto
más
subía
mas
oscuridad
yo
pensaba
que
en las
alturas
sería
libre
pero
no
y
ahí
estaba
yo
sin
saber
que
por
evitarte
no hacía
más
que
perderme
____María Quaglia____
creo en la reencarnación
como creo en Cristo
y en su sombra
en la humanidad
y en la naturaleza
como cuerpo y alma del mundo
en el éter y la hoguera
en la finitud de los seres estancados
y en los milagros invisibles
creo en la belleza sin forma
que llama a mi puerta
y no quiero ver
porque no me siento digna
en el amor eterno
ese que te transforma para siempre
y sigue su camino
o tal vez en algún momento
decide quedarse
y sigue transformándote
creo en esta vida
y en muchas vidas
dentro de esta
como creo en la belleza
de verme
a través de los ojos del otro
aunque no me guste
lo que vea
en volver a la infancia
tan cruel y maravillosa
como para curarme de todo mal
con una torta de chocolate
en las lágrimas tibias
de un dolor perdido
y en la nostalgia
de algo no vivido
en las brujas de salem
que arden dentro mio
y en El amor de Psique
reanimada por un beso
creo que Dios cree en mi
aunque yo dude de mi
____María Quaglia____
María Quaglia 